LOS CINCO ELEMENTOS I

            

           

Los cinco elementos son: la Madera, el Fuego, la Tierra, el Metal y el Agua.

La materia y los fenómenos terrestres son el resultado del movimiento y las transformaciones de estos cinco elementos básicos. Estos movimientos y transformaciones se hacen según un equilibrio permanente de formación y destrucción recíprocas.

Particularidades de los cinco elementos   

         

LA MADERA: MU

La característica de este elemento son el crecimiento (crecer en todas direcciones), el ascenso y el despliegue, desbloqueo y extensión (necesita libertad para crecer). Órganos: Hígado y Vesícula Biliar (ambos resisten mal las presiones emocionales).

EL FUEGO: HUO

Quema y tiene tendencia al ascenso y por ello se relaciona con el calor. Órganos: Corazón e Intestino Delgado. 

LA TIERRA: TU

Todo lo que produce y engendra, sostiene y es receptivo. Órganos: Estómago y Bazo. 

EL METAL: JIN

Sus características son el cambio y la transformación, el ascenso y el descenso, y todo lo que tiene que ver con las funciones de drenaje, limpieza y retención. Órganos: Pulmón e Intestino Grueso.

EL AGUA: SHUI

Hidrata, desciende y es fría. Tiene tendencia a transportar hacia abajo. Órganos: Riñón y Vejiga.

Clasificación a partir de los cinco elementos

ELEMENTO	MADERA	FUEGO	TIERRA	METAL	AGUA
Dirección	Este	Sur	Centro	Oeste	Norte
Color	Verde	Rojo	Amarillo	Blanco	Negro
Estación	Primavera	Verano	Fin de Verano	Otoño	Invierno
Clima en China	Viento	Calor	Humedad	Sequedad	Frío
Evolución	Nacimiento	Crecimiento	Elaboración	Maduración	Conservación
Tejido	Tendones Ligamentos Uñas	Vasos Sanguíneos	Músculos Labios	Piel Vello	Huesos y Dientes Cabellos
Orificio	Ojos	Lengua	Boca	Nariz	Oídos Ano y Genitales
Sabor	Ácido	Amargo	Dulce	Picante	Salado
Olor corporal	Rancio	Chamuscado	Fragante	Fétido	Pútrido
Secreción	Lágrima	Sudor	Saliva líquida	Mucosidad nasal	Saliva viscosa
Emoción	Ira Depresión	Alegría en exceso Odio. Pena	Reflexión Obsesión	Tristeza Añoranza	Miedo Susto
Sonido	Grito	Risa	Canto	Llanto	Gemido
Carne	Pollo	Cordero	Vaca	Caballo	Cerdo
Cereal	Trigo	Arroz	Maíz	Avena	Soja
Vísceras	Hígado	Corazón	Bazo	Pulmón	Riñón
Entrañas	V. Biliar	I. Delgado	Estómago	I. Grueso	Vejiga
Pulsos	De cuerda	Ondulante	Frenado	Flotante o Superficial	Sumergido

Las emociones y sus alteraciones con respecto a los cinco elementos. 

Las alteraciones emocionales son una etiología que siempre aparece en la mayoría de las patologías, por no decir en todas.


La madera está relacionada con la emoción de la ira y con la depresión. Un exceso de ira producirá un exceso de fuego en el Hígado, pudiendo perjudicarlo si la emoción es muy intensa o es muy continuada. La depresión, que tiene mucha relación con la ira reprimida, produce bloqueo hepático, siendo una de las patologías más frecuentes que podemos encontrar en clínica.

El fuego está relacionado con la alegría en exceso, el odio y la pena. Por una alegría desbordada se puede morir de un ataque al corazón. El odio y la pena continuados también lo perjudican en gran medida.

La tierra tiene una importante relación con el exceso de reflexión y con la obsesión. El dar vueltas interminables sobre un mismo problema perjudica al estómago y a la absorción de nutrientes. Puede dar tanto bulimia como anorexia.

El metal se perjudica especialmente con la tristeza, la melancolía, que debilitan el pulmón, produciendo una importante bajada en el Qi de todo el organismo y reduciendo la capacidad defensiva del mismo.

El agua tiene sus emociones negativas en el miedo y el susto. Ya sabemos el dicho de “orinarse de miedo”, y de hecho puede llegar a ser posible si la emoción es suficientemente intensa, y se produce porque ésta perjudica la capacidad de contención del Riñón y la Vejiga, que pertenecen al elemento agua. 


Aunque analizaremos con más detalle la sintomatología y la etiología emocional, se puede ver claramente el perjuicio grave que resulta de las emociones desordenadas, exageradas y continuadas y la necesidad de un estudio de nuestra propia psicología, para poder eliminar esas emociones negativas que nos amargan y enferman. 

 Prof. Isabel Hernández