YIN Y YANG III



 DIAGNÓSTICO SEGÚN EL YIN Y EL YANG.

Las manifestaciones clínicas son distribuidas en dos cuadros clínicos de base: Los síntomas Yin y los síntomas Yang. Estos cuadros son a su vez subdivididos en los llamados ocho cuadros fundamentales o Ba Gang:

YIN
YANG
FRIO
CALOR
INTERNO
EXTERNO
INSUFICIENCIA
EXCESO

Con el sistema Yin-Yang el médico dispone para hacer su diagnóstico de un método de clasificación de signos clínicos:

· Observación del color de la piel y las mucosas. Observación de la lengua.
· Oler y escuchar (oler los olores corporales y oír los ruidos corporales).
· Preguntar la sintomatología al paciente.
· Palpación: La sensación táctil de la piel y la toma del pulso.

El pulso rápido (más de 90 p/m) nos indica que hay "calor" en el organismo.
El pulso lento (menos de 60 p/m) nos da a entender que hay "frío" en el organismo.
El pulso fuerte es síntoma de patología por "exceso" y el pulso débil lo es de "insuficiencia".



Por tanto, un pulso rápido y fuerte es típico de "calor" por exceso de Yang.
Un pulso lento y débil se dará en patologías de "frío" por insuficiencia de Yang.

Del mismo modo un pulso lento y fuerte surgirá cuando el paciente tiene "frío" por exceso de Yin.
Y aparecerá un pulso rápido y débil en los casos de "calor" por insuficiencia de Yin.

· Complementarios: Hay varios tipos de diagnósticos complementarios. Por ejemplo, observar si el paciente lleva mucha ropa o poca, para saber si hay "frío" o "calor" verdaderos. O bien, darle a beber agua para saber si mejora o no. Si mejora es una enfermedad  de tipo "caliente" (por exceso o por insuficiencia), y si empeora es una enfermedad "fría".



            6. El tratamiento.

Si hay deficiencia o insuficiencia hay que tonificar, y si hay exceso hay que dispersar.

Existen cuatro direcciones en el tratamiento según las patologías que tratemos de contrarrestar:

· Ascendente, para las enfermedades con tendencia descendente (como diarrea, prolapsos, espermatorrea, etc.)

· Descendente, para las enfermedades con tendencia ascendente (como estreñimiento, hipertensión, vómitos, asma, fuego interno, etc.)

· Hacia el exterior, para las enfermedades que tienen tendencia hacia el interior (como retención de líquidos)


· Hacia el interior, para las enfermedades con tendencia hacia el exterior (como hemorragias, orina descontrolada, espermatorrea, etc.) 


Prof. Isabel Hernández




Comentarios