La artritis reumatoide (AR) es
una enfermedad crónica que afecta principalmente a las articulaciones. Es de
origen auto-inmune. Las defensas del propio cuerpo desarrollan anticuerpos que
atacan “por error” a las articulaciones.
Últimamente, me han visitado
algunos pacientes preguntándome sobre las propiedades de una planta usada en la
Medicina Tradicional China para la
artritis reumatoide: Lei Gong Teng. Su nombre botánico es Tripterygium wilfordii.
Es una vid de hoja perenne natural de China, Japón y Corea. En los últimos
tiempos, se está extendiéndose en el mercado por la creencia de que puede curar
el cáncer y en especial el cáncer pancreático.
Realmente, parece que se están haciendo experimentos
con ratones con nuevos medicamentos en donde uno de los componentes
(triptolida) pertenece a dicha planta. Parece que es necesario aplicarlo en
dosis muy elevada, de manera que dados los efectos secundarios del Lei
Gong Teng sería imposible de aplicar usándolo de manera natural. Es
necesario eliminar previamente todos los aspectos tóxicos de la planta.
Sin embardo, el Lei
Gong Teng se ha usado con éxito desde antiguo en la Medicina
Tradicional China para el tratamiento de la artritis reumatoide. Se ha
comprobado actividad antiinflamatoria e inmunosupresora. El primer ensayo
clínico en los Estados Unidos fue realizado en el Southwestern Medical Center de la Universidad de Texas y en los
Institutos de salud. El 80% de los pacientes que recibieron una dosis alta de
extracto de Lei Gong Teng experimentaron una mejoría de los síntomas y
funcionamiento físico. En los casos en los que se administró una dosis baja, la
mejoría fue del 40% de los pacientes, mientras que a los que se les administró
un placebo, no experimentaron mejoría alguna.
Sin embargo, algunas partes de
esta planta son tóxicas. Se recomienda buscar productos de calidad. Y hay que
tener en cuenta que es una planta que puede producir efectos secundarios, como
la disminución de la densidad de los huesos, supresión del sistema inmunitario,
problemas estomacales y diarrea, infertilidad masculina, trastornos
menstruales, erupciones en la piel y pérdida de cabello.
Personalmente, recomiendo ponerse
en manos de un profesional y ser prudentes en la administración, combinándolo
con otras técnicas carentes de efectos secundarios como la acupuntura, la
electroacupuntura y la moxibustión.
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